Hoy quiero compartir con ustedes un bellísimo poema escrito por mi querido amigo y poeta Julio Solorzano Murga.
Today, I want to share with you a beautiful poem written by my dear friend and poet Julio Solorzano Murga.
Both, English and Spanish version.
When a poet dies
When a poet dies
life is silenced
the soul is sad,
the world sighs...
When a poet dies
the voices break
from the versed rhythm,
of the wounded soul.
When a poet dies
the ink spreads
on the pale leaf
looking for the pen
how weak it rests
next to the inkwell,
dreaming to write,
perhaps, his last prose.
When a poet dies
there is a deep silence,
there is no cross, no crown,
not a cry, not a moan,
only remains as a nest
a lit book,
with burning letters
that record the verses,
of the beloved poet.
When a poet dies
there is calm in the sky,
the heavenly hosts
radiate their lights
to the rhythmic step
of a brave verb,
that remains on earth,
as a precious gift.
When a poet dies
there is no goodbye
not a see you later,
there is only one present
that remains in the mind,
as an urgent memory
of the poem that one day,
wrote forever.
When a poet dies
there is peace in the soul,
deep calm,
divine is the gift,
that spreads like a wind
waiting for the moment,
of his encounter with God.
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CUANDO MUERE UN POETA.
Cuando muere un poeta,
calla la vida,
se entristece el alma,
el mundo suspira…
Cuando muere un poeta,
se quiebran las voces
del ritmo versado,
del alma herida.
Cuando muere un poeta,
la tinta se esparce
sobre la pálida hoja
buscando la pluma
que débil reposa
junto al tintero,
soñando escribir,
quizás, su última prosa.
Cuando muere un poeta,
hay un silencio profundo,
no hay cruz, ni corona,
ni un llanto, ni un gemido,
sólo queda cual nido
un libro encendido,
con letras ardientes
que graban los versos,
del poeta querido.
Cuando muere un poeta,
hay calma en el cielo,
las huestes celestes
irradian sus luces
al rítmico paso
de un verbo valiente,
que queda en la tierra,
Cual valioso presente.
Cuando muere un poeta,
no hay un adiós
ni un hasta luego,
sólo hay un presente
que queda en la mente,
cual recuerdo urgente
del poema que un día,
escribió para siempre.
Cuando muere un poeta,
hay paz en el alma,
profunda la calma,
divino es el don,
que se esparce cual viento
esperando el momento,
de su encuentro con Dios.
4Tú, Fernando Jesús Pebe, Greethel Leon y 1 persona más
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